Lecturas para el alma, la meditación y la risa

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Por: José Francisco Martínez Ortiz

lunes, 17 de abril de 2023

Mis derechos, cómo los defiendo?

 Punto de Vista. El tema de hoy: de las andanzas de Manuel y Musiño por el reparto Canarias de Cabaiguán. Comentando la prensa. Mis derechos, cómo los defiendo?.

 


—Manuel, aquí traigo un periódico Escambray del día 8 de abril, que en la página 2, Opinion, dice: Mis derechos cómo los defiendo. Quiero que me lo comentes y me expliques como siempre haces, porque en la práctica eso no es así.

—Dame acá, Musiño empecemos por leerlo. …“Lo mismo en la bodega, en la casilla o en un punto de venta de la agricultura urbana, cuántas veces nos sentimos estafados por el peso o la calidad de la mercancía que compramos casi siempre a precios para desfondar el bolsillo.

O entramos a una tienda recaudadora de divisas y la apatía de la dependienta nos paraliza, mientras en un restaurante la descortesía y en ocasiones el maltrato de los gastronómicos mata hasta las ganas de celebrar. En estas y otras circunstancias muchos consumidores se sienten desprotegidos, no reclaman ni hacen valer sus derechos.

—Mira Manuel, lee esta parte que dice …”que se tiene que fomentar por la población la cultura de la “inconformidad”, y la denuncia de lo mal hecho reconocida en todo el mundo pero no siempre aprovechada por los cubanos.

—A decir verdad yo no entiendo eso que debemos mostrarnos “inconformes” y denunciar, pero por qué, si para el comercio es una obligación atender al consumidor, si hay supuestamente una ley de protección para eso, si esto y lo otro, si la Constitución de la República en ninguno de sus capítulos y artículos se refiere a fomentar la cultura de la inconformidad, si esa la estamos sintiendo de facto, y razones tenemos suficiente para estar inconformes y más en el tema del comercio y la gastronomía. Si lo expresado en el Artículo 41 de la Constitución de la República se controla y se cumple, y el Estado garantiza a la persona el goce y el ejercicio irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente de los derechos humanos [...] su respeto y garantía es de obligatorio cumplimiento para todos. Y con el Artículo 78, si creo que son de obligatorio cumplimiento, el periódico no me debe incitar a la inconformidad.

—Entonces, Manuel, quién es el responsable de que eso se cumpla, que se me respeten los derechos, porque ningún artículo dice que es “opcional”. Además el inciso l, del Artículo 90 dice que debemos actuar con las relaciones con las personas conforme al principio de solidaridad humana, respeto y observancia de las normas de convivencia social.—insisto Manuel— por qué tiene el Estado que prepararme para defenderme del maltrato. Lo que tiene que hacer es actuar contra todas las violaciones de la Constitución y del derecho constitucional cubano. Además el inciso “e” del Artículo 91 es claro: “Las disposiciones de los órganos estatales superiores son obligatorios para los inferiores. Para mí, más claro ni el cantío del gallo.

—Así es Musiño, tienes toda la razón, es un error llamarnos a la inconformidad. El asunto debe ser otro, exigencia, control real, no artificial. Porque podemos decir que el Estado no nos representa, que no ejerce su función. Si por las nuevas circunstancias y decisiones no es posible hacer cumplir la ley de leyes, entonces adecuarlas, si el Artículo que se refiere al control y regulación del Estado sobre el comercio justo y equitativo y las nuevas formas no se corresponden al efecto ( nuevos actores económicos y las mypimes ), entonces modificar el contenido para creer en la ley. Y de esa forma se estimule la competencia, la calidad de los servicios, el buen trato, la cortesía, sentirnos satisfechos y no preocuparse por prepararnos para defendernos de las malas prácticas.

—Ansina Manuel, estoy de acuerdo con tu punto de vista.

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