Punto de Vista. El tema de hoy; “Las andanzas de Manuel y Musiño, en trámites por la Habana.
De nuevo
las andanzas de estos personajes, contando las vivencias por la Habana, en
trámites de papeles para complacer a los nietos que quieren tener la ciudadanía
española.
Terminal de trenes en remodelacion. Foto de internet |
Omnibus en La Habana. Foto de internet. |
De regreso
al reparto Canarias en Cabaiguán, han sido numerosas las anécdotas sobre el
viaje y la permanencia en la capital. Sobre todo la comparación con la Habana
de la década del 20, del pasado siglo. Petra vecina inmediata de Manuel, se
interesa por los lugares que conoció al llegar a Cuba, junto a los paisanos.
No habían
regresado a la ciudad, y el interés por saber cómo se mantiene lo que vieron,
lleva a la isleña a pedirles que cuenten sobre: Cómo está la “fonda de los
chinos”, donde degustaron las primeras raciones de comidas criollas. Sobre el
tren que los condujo hasta Cabaiguán, la foto frente a la escalinata del
Capitolio, donde conoce a un hombre con un aparato de tres patas, y que metía
la cabeza en algo así como un colador de café, pero negro y enseguiita te daba una
foto. Dice que conserva una, aunque no se parece a ella.
—Dime
Manuel de la guagua aquella donde el conductor te daba un papelito de
comprobante y de decía donde tenía que quedarnos. Cuéntame de la terminal de
trenes, de donde salimos facilito, facilito y como tomamos refrescos, pan con
jamón y de todo, me gustaba la Materva por grande, siempre me ha gústales to’
así.
—Mira
Petra, nosotros no habíamos dio más a la Habana desde que vinimos. No se parece
en na, de la fonda de los chinos lo que queda son las paré, y unos tanques de
basura afuera. Le pregunto a un viejito de por ahí por las lisas que el chino
me dijo; “cómo quiele que te la ponga, flia o caliente?, casi le entro a
puñetazos. Me dijo que no lisa ni arruga,! que hace tiempo no veía un pescado.
—De las
guaguas te cuento, ahora son modernas y algunas empatás y sin puertas porque
vimos la gente arreguindaos, que peligro, le dije a Musiño, vamos a pie, ahora
esas se llaman “P”, no se P de qué y de lo qué pasa de una a otra, ya víamos
llegado a la terminal de trenes. Y quien te dice que la encontramos cerrá,
ahora más moderna pero no supimos cuándo iban trenes pa’ lla,
—Mira
isleña, cogimos la chequera, y nos fuimos, ay, Virgen de la Candelaria, pedí en
una cafetería un jugo que decía natural y naturalmente era de eso que se llama
Zuco, y a 40 pesos, cuando yo te digo..,!
—Te tiraste
la foto, cómo aquella vez?
—Qué foto,
y que rayos, de aquel aparato de tres patas, si queda alguno será en el museo.
Ahora más moderno, por teléfono.
—De los
trámites qué?,—De eso ni me hables, la cola de aquí al paseo, nos dijeron que
demoran un poco, por problema con Concepción,— es así Manuel?, porque ya ni
oigo muy bien.
—No, bruto,
la gente decía por conexión, que se va y viene.
—No, pero sí,
nos pasamos la noche en la cola, entregamos los papeles que nos hicieron aquí,
en Cabaiguán, ese hombre que va y viene, y así se pasa la vida, de aquí a
Canarias y de allí a aquí. En fin le dijimos; cuando nos paguen la chequera y
vengan los cigarros, te pagamos. Me dijo: viejo tienes que guardar lo de todo
el año para poder pagar.
—Cuándo les
dan la visa?. — Qué visa, ni visa, si lo que fuimos a pedir fue la fe de
bautismo, porque cuando vinimos no nos habíamos inscribíos allá en la Gomera, y
los nietos nos tienen locos por los papeles, porque los muy..,! Quieren ir a conocer
la familia de allá, son muy familiares..! Y sin saber si existen o no.
—Y eso, que
los padres no querían decir que eran hijos de isleños, les daban pena, y ahora,
muy cariñosos.
— Cuando yo
te digo; como cambian los tiempos Manuel.
—Qué si,
dímelo a mí, te acuerdas que en las montañas aquellas, las vacas en la sequía,
no daban leche, sino lástima. —Igualito que aquí...!
—Bueno
hermanos, los dejo, tengo que ir pa la cola del pan.
—Está bien
Petra, nos marcas a nosotros.