Lecturas para el alma, la meditación y la risa

Lecturas para el alma, la meditación y la risa
Por: José Francisco Martínez Ortiz

miércoles, 27 de octubre de 2021

Yubisisleydi y Lilianne.

Punto de Vista. Reconocer no es conformarse. El Cuento de hoy. De la serie Cuentos variados. -

Hoy un homenaje a quienes cumplen años en este día. Una historia apasionante de los cumpleaños de Yubisisleydi y Lilianne. Ahí les va. - Yubisisleydi, una niña con una educación formal y una conducta excelente, cumple años hoy. Lilianne, vecinita también, juntas comparten él aula, repasan, juegan algunas veces, aunque van a la escuela por separadas, una en auto y otra a pie. Yubisisleydi vive con la mamá, un hermanito y el abuelo, la madre no trabaja por atender al pequeño, el abuelo jubilado, pero un hombre de bien trabajador destacado. La niña al levantarse recibe el abrazo y el beso de la familia, le ofrecen cariño, y como es grandesita ya admite explicaciones. —Mira mi amor, quisiéramos celebrarte el cumpleaños, pero tu abuelito cobraba la chequera hace unos meses los días 15, por ahí más o menos, ahora después de ajustes del país ahora lo hace a partir del 23 . Y él es quien dispone del dinero. Tú sabes que la carne de cerdo vale a 120 cup la libra, una croqueta a 3, un kake para tres personas 150, los refrescos se venden en MLC y así. El abuelo que escucha la explicación, toma unos pesos de la billetera casi vacía, —Mira Yusy, toma esto y cuando pase Manuel el vendedor de dulces y galletas le compras una barrita de maní molido, una barrita de leche o de dulce de guayaba, esa aunque chiquitica vale 35 pesos y las otras 30. Una para ti, otra para tu hermano y la otra para tu amiguita Lilianne. —Gracias abuelito lindo, por ese regalo.

En horas del mediodía se detiene frente a la casa de Lilianne un panel de una Corporación del estado y bajan un kake de chocolate, unas cajas con refrescos y otros insumos. Las niñas conversan en el portal de Yubisisleydi, ajenas al asunto. Pasado un rato Lilianne pasa la calle y a su casa. Todavía saboreaba un pedacito de maní molido que le había ofrecido la amiguita. Al ver en la mesa lo que había recibido.—Mamá, le voy a decir a Yusi que venga al pica kake y traiga al hermano.—.

—Ay ...tú sabes que la cosa no está buena, no debe haber aglomeración, y además dentro de un rato vienen los 5 niños de mi jefe, y algunas personas, de mi trabajo y de la compañía...-

—Mamá, de quien es el cumpleaños?....

—Fíjate vejiga, aquí decidimos tu papá y yo...- El año que viene , si Dios quiere, te haremos el cumpleaños con todos los alumnos de la escuela, sus padres y abuelos, ya verás.

En la casa de Yusi, ella y su hermano comen barrita de leche y dulce de guayaba, juegan y cantan felices, acompañados de la madre y el abuelito, los vecinos pasan y les dan las felicidades. En la casa de Lilianne, pican el Kake, brindis no para niños, música y nada de distanciamiento.

La niña pide le den su cajita, la toma pasa la calle y hasta la casa de Yubisisleydi. —Toma vengo a compartir contigo, vamos a celebrar aquí... Todos comieron del brindis. Días después algunos de los participantes del “cumpleaños de Lilianne, compartían la COVID y la familia de Yubisisleydi sanos pero sin oportunidades.

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