Competitividad.
Al decir del popular músico, Faustino Oramas, conocido como”el Guayabero”, rey del doble sentido, entre sus
obras se encuentra Santa palabra. En la contemporaneidad eso resulta la competitividad.
No puede ser la representación de buena
voluntad los mejores deseos y una meta a la que se arriba por obra y gracia de
hacerla ver como necesaria, en estos momentos imprescindibles para empujar el
carro de la economía. El conocimiento y organización de las formas
productivas se erige por encima
de los hombres por separado. Razón
suficiente para entender que la competitividad
no es solo la capacidad para el mejoramiento de la innovación y conocimiento de
prácticas novedosas que conducen a resultado tangible de ese concepto en
cualquier actividad deportiva, cultural y productiva sobre todo. En filosofía es frecuente
fundamentar que “las contradicciones son la base del desarrollo “… si fuera
solo eso no se puede dudar estaríamos en un nivel muy avanzado, no lo cree?.
Ahora debe
entenderse la competitividad como la capacidad para sostener, diversificar y
extender la participación en los mercados tanto nacional como internacional y
con ello elevar el nivel de vida de la
sociedad. Mire, no es posible entender este concepto, idea y necesidad a la vez
sino está en función e incorporada al bienestar de la población. Eficiencia
y eficacia como componentes de la
competitividad resultan elementos claves para el desarrollo económico y con
ello social, no pueden concebirse de otro modo. Ser
competitivos define la equidad sin ello solo beneficiaría fines
económicos y no sociales, de la misma manera el desarrollo de la equidad es una
condición para llevar adelante la competitividad. Puede o no estar de acuerdo
de no estarlo no estará equivocado al fin “Santa palabra” Entonces el
desarrollo de las fuerzas productivas demandan entre otras cosas relaciones de
cooperación, avances del conocimiento científico y tecnológico y más que
voluntad política, los recursos y medios con un eficiente control. Cuando esos
componentes se diluyen en acciones colaterales puede pensar que no se concreten los resultados de la necesaria competitividad, ya lo había
dicho Faustino Oramas en Guayabero.