Punto de vista.
Vuelvo a mi adolescencia un poco más de seis décadas atrás, viene a mi memoria una frase de las que mi abuelo me trasmitía de esos refranes que perduran en el tiempo y no pierden vigencia, …”no hay jutia que aguante tres pedradas en un palo, “.
La vida demuestra la vitalidad de estas palabras, puede asociarse a diferentes situaciones, se me ocurre pensar que una de ellas pudiera ser no conformarse porque de una primera vez se resuelva un problema o una situación de cualquier índole, que no es demostrar que no estás de acuerdo con algo, comentarlo, criticarlo y hasta denunciarlo y ya. Debes volver a insistir, es decir tirar una segunda piedra, tirarla con más fortaleza, con tira flecha más eficiente o una piedra mayor. Si das en el blanco y la jutia no cae al suelo, ya sabes, una nueva piedra y con más fuerza, veras como no resiste. Así ocurre en la sociedad, en lo cotidiano, en los trámites que debas hacer cada día en cada circunstancias.
Las indicaciones están, las disposiciones oficiales existen y en ocasiones lo que usted necesita y de lo que se queja, puede ser resuelto o al menos tramitado hasta el momento, puede ser que la gestión, es decir la piedra lanzada no llego al objetivo, o debo esperar tirar al menos dos piedras más, y cuando lo constitucionalmente establecido que se refrenda como la obligación de escuchar, tramitar y dar las respuestas en los términos y plazos establecidos, --puede ser hasta de 60 días--, cuando llegue a ud, si es que a veces no llega, la ansiada evacuación de su duda o denuncia, ya no hace falta porque el problema en cuestión era para resolver al momento. No sería ni siquiera para el día siguiente. Pero he ahí el problema de la institucionalización, he ahí la jutia que decía mi abuelo, agarrada fuertemente al gajo de la guácima y entonces requiere de al menos tres pedradas para caer. Así pues fíjese en las condiciones de la “jutia”, reconozca que está ahí, no se conforme con tenerla a tiro y según la vea, así tírele la pedrada.