Punto de
vista. Reconocer no es conformarse. En lugar del cuento de hoy, les propongo un
comentario.
Hace
algunos años, escuché lo que puede ser una frase para pensar o un refrán, de
momento me llegó a la mente y a partir de ahí conformé el comentario, en
cuestión se trata de:..”Quitando la piedra, se quita el tropezón.” Quien puede
negar no sea así, lo que ocurre es que dicho así es fácil, pero...En el
transcurso de la vida a todos se nos presentan situaciones y decisiones que
tomar o cambios que enfrentar. Nos damos cuenta de que las “cosas” cómo están
no pueden seguir, es posible que haya situaciones de las que nos tengamos que
hacer cargo, es ahí donde nos toca probar nuestra capacidad y fortaleza para
seguir adelante y continuar el camino de manera diferente a como lo venimos
haciendo. Conscientes o no lo que vivimos y de manera especial como lo vivimos
desde lo más insignificante hasta lo de más complejidad se debe a nuestras
creencias, formas de pensar confianza en sí mismo que nos conducen a hacer
frente a los hechos o aceptar la realidad, dejar que otros decidan por nosotros
o tal vez esperando que el tiempo decida por sí solo.
Sea cual
sea y por lo que fuere, solo depende de nosotros la manera de encarar lo que
está sucediendo. Es por ello que precisamente toma importancia el ser cada vez
más consciente de cómo pensamos, actuamos y decidimos haciéndonos responsables
de las consecuencias y resultados ya que de nuestra conducta depende que nos
podamos sentir mejor o peor. Nosotros, usted y yo, debemos decidir ante cada
hecho, elegir las vías y formas para enfrentarnos, en fin dese cuenta que a
cada momento debemos estar decidiendo. —No le parece? Cuántas veces se ha dado
cuenta de qué hay cosas que ya no funcionan?, puede ser un proyecto, un
trabajo, una relación y no obstante seguimos ahí estancados inconformes,
disgustados por no tomar una decisión y promover el cambio. Pudiera ser por
costumbre, por no salir de la zona de comodidad, por temor, falta de confianza,
complacer o priorizar necesidades de otros, aceptar lo conocido y no correr el
riesgo por alcanzar o lograr que la “cosa” fuera como nos gustaría o nos
proporcionara más satisfacción.
Hace
algunos días traté el tema sobre no dejar para después lo que debe ser hoy. De
no ser consecuente con nuestros pensamientos terminamos causándonos mucho daño,
manteniendo por más tiempo lo que ya no nos aporta nada, le sugiero que le
escriba una carta al miedo, y le diga para que quiero tener lo que nada me va a
aportar.
Está la
posibilidad de pensar que estamos ante situaciones complejas y difíciles y no
hay otra opción, las aceptamos y nos ponemos en posición de tolerancia y lo
mejor que podemos hacer es sentirnos vulnerables y sin voluntad para
transformarlas, actitud esa, aunque nos cueste entenderla es producto también
de nuestra decisión, la de permanecer en el lugar y quedarnos en el sitio y en
las condiciones que nos provocan insatisfacción.
Ante
situaciones críticas, podemos optar cómo aceptarlas, con amor, conformidad,
como aprendizaje, como tragedia y que solo nos queda el padecimiento. Lo que
pretendo demostrarle es que todo, lo positivo o negativo, lo favorable o no,
podemos enfrentarlo de formas diferentes, siempre hay más de una opción, lo que
resulta significativo y no pierda de vista.
No obstante como dice el refrán, “Quitando la
piedra, se quita el tropezón “, esencia de Lecciones de Filosofía.