Punto de
Vista. El tema de hoy. Entre el mito y
la incultura.
Ya lo he
escrito, nací en un barrio comparable con el Macondo de Cien años de soledad,
del escritor Gabriel García Márquez donde por
la incultura imperante los
mitos regían los conceptos de convivencia, entre los que
crecí y me acompañaron durante la
adolescencia temprana y después han
estado presentes en la narrativa sobre las Estampas del Barrio.
El concepto
de mito se mueve entre la polisemia y se
ha considerado como tal desde épocas pasadas, diría desde la Antigüedad por
quienes la han utilizado y no siempre de
la forma adecuada. A veces como un recurso, buscando un efecto y lo presentan
como misterioso, impredecible,
espectacular y enigmático al ser valorado
como tal en algunas publicaciones.
En el plano
personal lo veo como expresión de una expectativa en torno a un determinado
objeto o fenómeno. He podido apreciar que el Mito ha sido menoscabado y no definido como concepto básico. Se ha confundido con la fábula, los relatos sobre todo
moralizantes y hasta con la leyenda. No
obstante reconocer que puedan ser relativamente afines a estas
clasificaciones. Como relato la acepción
es muy amplia y sin una distribución lógica. Por cuanto es cierto que todo mito es un relato pero
obviamente todo relato no es un mito,
ambivalencia que me place utilizar con
frecuencia en mis textos.
Aristóteles como Padre
de la Lógica lo definió como
anfibológico, lo que no es una excepción
ni la inconsecuencia es una rareza. Todo lo contrario, hoy como en
el pasado las dificultades para definir el mito, han sido y son grandes. Por
ello constituye un reto a los estudiosos
del tema, del cual se puede apreciar la
tendencia en dos
grupos sobre los que los definen
conceptualmente y los que no.
Por la
incidencia en mi formación y lo que me identifica con ese barrio macondíano, de verdad que me apasiona todo lo
relacionado al respecto. Y referente al asunto del mito como asunto la historia de su origen se ha perdido
en el tiempo por siglos para determinar su esencia y origen.
Estampas del
Barrio. Relatos del pasado, imágenes del
presente, son las estampas de un barrio
con mitos por todas partes, justo es
reconocer que el tiempo y el llamado desarrollo los ha ido
desapareciendo, por lo cual no se podrán
considerar como tradición si no
persisten en el tiempo.
Sin
pretender justificar uno u otro
pensamiento sobre el tema sí considero
resulta un fenómeno complejo por lo
cual definirlo se hace una labor difícil
para los investigadores. En tal sentido
considero las afirmaciones del que el mito es una expresión en el orden ideológico, de una realidad
social concreta y compleja, lo que impide
que exista una definición única.
También es
verdad que no se puede considerar como fábula,
historia falsa, o como algo caótico sin lógica según algunos criterios. Además
no se deben incluir entre los que se
considere el mito vinculado a la
religión.
Finalmente verlo como componente cultural, con
independencia de ser fruto de la
‘’incultura’’.