Punto de Vista. Reconocer no es Conformarse. El tema de hoy: Desempolvando la hemeroteca de nuevo.
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Foto de internet. Mercado de Santo Domingo. A eso aspiramos. |
En la revista Bohemia Año 102/No. 21,del 8 de octubre de 2010, el periodista Ariel Terrero, publicó el artículo: “El vivo vive del bobo, y el bobo, del consumidor".
Por su vigencia y actualidad, se replica, por cuanto las mismas situaciones planteadas hace 12 años y la esperanza de soluciones se diluyen y en algunos casos, como por ejemplo el desabastecimiento de productos agrícolas, y los altos precios que caracterizan la inflación se han elevado a índices insospechados. Ahí el artículo: En una coyuntura de cambios, tiende a nublarse la vista entre los polvos y las confusiones que las nuevas medidas inevitablemente levantan. La bruma es más espesa cuando se alza sobre el desorden perceptible en algunas áreas de la economía, menos visible en otros sectores, pero presente igual. El barullo asoma por ejemplo, en los intentos reiterados de enderezar la venta de productos agrícolas[...]Deslices del transporte, rigidez de la contratación, ineptitud de la gestión administrativa. Las pifias internas acarrean pérdidas dolorosas de tomate, ajo, plátano...que contradicen los gastos y el sudor de productores, los empresarios del Estado por alcanzar autonomía alimentaria y los altos precios que agredren al consumidor en los mercados. Algunas modificaciones recientes, tienen un aura epidémica. Mi esperanza se aferra a una conexión más expedita entre agricultores y mercados.]...], los vacíos de la oferta enyerbaron más el terreno y contribuyeron a elevar los precios.
El asunto, sin embargo, no solo pulsa lo mora. Apunta igualmente a normas y conocimientos sobre el proceder comercial, que tienen un pésimo precedente en las tácticas de los mercados agropecuarios e industriales. Los precios han sido manejados con muy poca habilidad, para desgracia conjunta de clientes y negocios. Lado cajas de hortalizas, y frutas suelen podrirse en las tarimas, antes de que el comerciante acuda al recurso, socorrido en cualquier mercado del mundo, de abaratarlas para agilizar la venta. Pululan en fin, los vendedores cubanos reacios a artes elementales del comercio, andan a la casa de márgenes de ganancias tan abultados como insostenibles y permanecen atrapados en reglas del juego carentes de la flexibilidad que reclama el comercio. Hasta aquí, es suficiente la copia del artículo. La esperanza del periodista y lo que significa para la población se esfumó. No se, usted, pero desde Punto de Vista, Tenrrero puntualiza la situación en aquel entonces, superada en este entonces.