Lecturas para el alma, la meditación y la risa

Lecturas para el alma, la meditación y la risa
Por: José Francisco Martínez Ortiz

domingo, 25 de julio de 2021

Fabulando refranes. “Junto al buey viejo, aprende a arar el nuevo“.

 Punto de Vista. Reconocer no es conformarse. Fabulando refranes. “Junto al buey viejo, aprende a arar el nuevo“.

 No es necesario a quien atribuir el refrán de uso frecuente en el medio campesino, frase que utiliza el sitiero para enyugar un torete cerrero junto a un experimentado buey viejo. No deja de ser cierta y en ese medio el contenido de la frase recorriendo una y otra vez el surco entre aguijonazo y aguijonazo el buey inexperto aprende a conducir el arado y permite le ajusten el yugo y los frontiles sin protestar. Pero aprende también las malas mañas, a tirar la patada oportuna cuando el aguijón le molesta y seguir el ejemplo del viejo quien marca el paso a seguir, quien conduce el arado por el centro del surco sin dañar las “plantaciones“. El torete no tiene experiencia para guiar cuenta con vitalidad por la juventud pero no es capaz de satisfacer las necesidades del campo y puede hacer daños a la planta. Así ocurre en todas las facetas de la sociedad, es necesario tomar la experiencia del viejo, acompañar la teoría con la sabiduría acumulada en la práctica. Ah! pero nada despreciable debe ser que el novato reciba el aguijonazo que le compulsará a actuar y demostrar sus potencialidades y la creatividad para que no asimile las malas costumbres del buey viejo y cansado y que la práctica cotidiana le impide acompañar al torete con más bríos. Si no coincide con el Punto de Vista, como siempre le digo, no es estar equivocado.

“El toro no se banderilla desde la barrera“

 Punto de Vista. Reconocer no es conformarse. Fabulando refranes. “El toro no se banderilla desde la barrera“. Desde algunas décadas se han suscitado polémicas entre partidarios y detractores de las corridas de toros, en Barcelona alrededor de 250 mil ciudadanos en petición popular lograron declarar la ciudad anti-taurina, no obstante continúa vigente la frase: coger el toro por los cuernos. Lo puede aplicar en diferentes situaciones o en estados de inconformidad que conllevan un enfrentamiento. Hay quienes argumentan que lo que ocurre antes, durante y después de la lidia resulta espantoso. La corrida debe culminar con la muerte del novillo. Y no en pocas ocasiones hay que intentar más de una vez, si no se consigue a la tercera se clava un estoque entre las vértebras y si aún continúa con vida se le da un “puntillazo”. Quienes censuran la “fiesta brava” han denunciado lo que ocurre al animal antes de entrar al ruedo. 24 horas antes de encierra en la oscuridad de modo que al soltarse la claridad y los gritos enardecidos de la multitud lo asuste intenta huir, salta y corre en cualquier dirección, da la impresión de estar enfurecido. Los cuernos se cortan para evitar dañar al torero y al cuello se colocan pesados sacos con arena, le inyectan productos para debilitarlo y dañar la vista. Si resiste la batalla se le clavan banderillas causando daños en los vasos sanguíneos y producen desgarro en la piel y hemorragias, las heridas en la espina dorsal impide que el animal levante la cabeza, usted ve que el torero puede acercarse realizar pases y lucir valiente. Muere de asfixia o ahogado en su sangre. Sobre ese escenario a Schopenhauer se le ha atribuido la siguiente expresión: ...La conmensuración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar de seguro, que quien es cruel con los “animales” no puede ser buena persona... Como ve, no es tan difícil enfrentar un “toro bravo”, solo debe saber cómo hacerlo, tomar todas las medidas, ya sabe si pretende ser torero. Si no coincide con el Punto de Vista, como siempre le digo no es estar equivocado

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