Punto de Vista. Reconocer no es Conformarse. El tema: Una mirada psicosocial a la vida cotidiana en Cuba.
La fuerza
de la situación actual, en el contexto
de la crisis mundial y con su vida cotidiana en crisis. A pesar de las contradicciones en cuanto a
perspectivas del futuro, los obreros, los campesinos, los estudiantes, los intelectuales, la población en general expresan opiniones
profundas y críticas sobre nuestra realidad. Las generaciones jóvenes de hoy también
integran individuos críticos. Es
necesario prestar oídos a su crítica, muchas veces pueden ofrecer las soluciones más
diversas a los problemas actuales. Tal
vez así se esté forjando el avance y estarán las respuestas al intentar
entender la dinámica de la subsistencia cotidiana. La crítica reflexiva, más cautelosa que agresiva encierra la defensa
de lo que se intenta criticar. La crisis
demanda cambios.
En Cuba, la apertura no solo se impone por la necesidad
de medidas económicas, que transitan
desde el “periodo especial”, sino por la
necesidad y el deseo de muchos cubanos de perfeccionar y hacer funcional el
sistema. Desarrollar una sociedad que, en el contexto histórico concreto que nos
toque vivir, permita encausar un
proyecto social justo y humanitario; que se base en la dignidad y el valor del
ser humano, de ese hombreo esa mujer de
los ancianos, adultos, jóvenes y niños que son los actores anónimos
que crean y recrean la vida cotidiana. Mantener la mirada a esa cotidianidad y
participar en su dinámica cambiante es fundamental, porque somos parte de ella y nos pertenece; ya
que como escribiera José Marti—“la vida es como todas las cosas, que no debe deshacerlas sino el que puede
volverlas a hacer”. Los hechos y el
desarrollo de la vida cotidiana son suficientes para situar a los cubanos ante
una situación de profundos cambios. Las
formas habituales de pensar, actuar y
conducirse han sido impactadas. Los esquemas referenciales resultan
insuficientes e inadecuados para dar respuestas a un entorno en movimiento, en una dinámica cambiante que puede ir más
allá de los límites de compensación de muchos individuos. Resumiendo en dos palabras, se ha producido una ruptura en la cotidianidad
del cubano. Ej: para muchas personas
tener dólares no tenía sentido, no era
necesario. No solo era ilegal, sino
hasta rechazado, con referencias de
carácter peyorativo. En 1993 se legalizó.
Otro ejemplo de ruptura de la
cotidianidad. Reflejo en el contexto de
las contradicciones sociales. La des
profesionalización, no realizar el
trabajo para el que se estudia y preferir alguno que garantice remuneración en
dólares. Un sector con elevados ingresos sin que su actividad laboral se
corresponda con los mismos. Quien no conocía otra forma vivir que no fuera
producto de su trabajo ha que trae aparejado este “periodo especial”, no es otra cosa que un cambio en las formas de
producción y reproducción de la vida cotidiana. En el espacio que significan
los cambios de nuestra vida cotidiana se han producido modificaciones en el
ritmo de vida- para la satisfacción de necesidades cotidianas que dependen de
la producción y consumo. Se requiere de
mayor tiempo y recursos para la obtención de alimentos y otros productos, se ha reorganizado la distribución de roles en
la economía. Es interesante el hecho de que la convivencia familiar en momentos
de crisis económica, demanda reajustes
no sólo económicos sino también espirituales, se precisa aceptar y acatar nuevas normas
haciendo dejación de las habituales y tal vez más agradables. En la subjetividad cotidiana, durante la crisis, la tolerancia como cualidad indispensable para
la convivencia, las relaciones humanas. La población está colocada ante exigencias
adaptativas grandes. Como siempre les digo no estar de acuerdo con este Punto
de Vista no es estar equivocado. -Comentario
sobre La vida cotidiana en Cuba. Una mirada psicosocial. De las profesoras: Consuelo Martin Fernández, Maricela Perera Pérez y Maiky Díaz Pérez. Universidad de la Habana. Investigadores del Centro de Investigaciones
Psicológicas y Sociológicas,