Punto de Vista. Reconocer no es conformarse.
La
Filosofía Marxista-leninista.
Los
prejuicios respecto a la admisión de la validez del concepto de crisis en el
socialismo y para la propia teoría marxista, así como su crítica exclusiva al
capitalismo y las teorías sociales burguesas han afectado considerablemente el
desarrollo posterior del marxismo, que en muchos casos se dedicó más a la
apología y la justificación de lo existente, que a su crítica superadora.
Mucho
tiempo llevó a que fuese reconocido por gran parte de la intelectualidad
marxista la existencia de una crisis del socialismo. En la mayoría de los casos
esta era vista con ojeriza como un ataque infundado de los ideólogos burgueses
hasta que llegó el momento de reconocer necesariamente la existencia de la
misma como un hecho inobjetable. Desde hace varios años a partir de los
círculos del llamado “marxismo occidental” se viene planteando la cuestión de
la llamada crisis del marxismo que ha provocado diferentes opiniones también en
nuestro país. Para muchos la crisis es inherente al tipo de socialismo que se
trató de construir en los países de Europa Oriental, por lo tanto es crisis de
un modelo y no del socialismo en general. Y dado que se parte del criterio de
que una crisis de la teoría sólo se produce cuando no puede dar respuesta a una
determinada realidad, se considera que el marxismo como teoría no está en
crisis, pues siguen siendo válidas sus tesis fundamentales del desarrollo
histórico.
Algunos sugieren que el marxismo que está en
crisis es el de las interpretaciones dogmáticas, que por naturaleza no
son consustanciales a él, y por tanto constituyen desviaciones del espíritu
original de esta doctrina. -
1,/ En 1989
la Universidad de La Habana y en 1990 en el Instituto de Filosofía de la
Academia de Ciencias de Cuba se efectuaron talleres científicos sobre la crisis
del marxismo. Ver Acanda, Jorge Luis “Existe una crisis en el marxismo?”. Casa
de las Américas. La Habana. 178.
El
colectivo de autores del libro, Lecciones de Filosofía Marxista-leninista,
esperan estar más satisfechos cuando las generaciones de profesionales formados
en la década de la publicación del libro en los centros de Educación superior
de Cuba, ofrezcan valoraciones críticas y permitan aquilatar sus efectos y
limitaciones, de manera que nuevos colectivos den sus aportes a la teoría y
difundan con argumentos superiores la visión científica y revolucionaria del
mundo. Esa será la mayor recompensa.