Punto de Vista. El tema de hoy. No importan las circunstancias, te puedes levantar con el pie derecho.
Frecuentemente comentamos la frase ‘’levantarse con el pie derecho’’ ello dice de una actitud al despertar en la mañana. En el cada día nos enfrentamos al futuro, si lo hacemos con energía y con entusiasmo y de forma positiva será mejor.
Podemos entrar a la vida cotidiana con optimismo. Si lo hacemos desganados o desanimados con pocos deseos de enfrentar el día y el reto que suponemos todo resultará diferente.
Sabemos que no todos los días son iguales y con variaciones o cambios en nuestra rutina, podemos apreciar los beneficios. Por supuesto la salud tiene una relación directa con la actitud positiva.
La preocupación por casi todo lo que nos rodea nos produce problemas de todo tipo, son una parte importante del estrés resultado entre otros factores a los que estamos expuestos por la actitud pesimista de la que no es fácil salir igual que de la queja constante. No se ha fijado cuando nos encontramos en presencia de alguien que se queja constantemente como repercute en nuestro estado de ánimo.
Otro efecto diferente sentimos ante alguien que sonríe como se dice ‘’con mente positiva’’ hace más llevadero el momento.
Usted tiene razón si dice que nos cuesta imaginar que siempre estemos contentos y alegres , optimistas, lo cual no depende de la suerte tener un día bueno. La realidad nos impode fuertes barreras las que siempre no es posible saltar.
Lo mejor es sentirnos a gusto y satisfechos con nosotros mismos y así lo hacemos con quienes nos rodean. Una idea, si comenzamos un día de esos en los que nada nos parece o nos resulta bueno tratar que el malestar no trascienda al otro, ni perjudicar a quienes se crucen en tu camino.
En las relaciones interpersonales cotidianas es donde más nos percatamos de esta situación. No quiere decir que estemos excepto de preocupaciones, son inevitables, porque existen diversidad de insatisfacciones con las cuales chocamos.
Los problemas no los podemos eliminar pero sí el estado de ánimo para enfrentarlos. El asunto es modificable, lo más difícil es los vulnerables que no pueden sufragar el fenómeno de la galopante inflación, las carencias y las limitaciones ante necesidades básicas. El método será ‘’ajustar las velas’’ ante la imposibilidad de cambiar el viento.