Lecturas para el alma, la meditación y la risa

Lecturas para el alma, la meditación y la risa
Por: José Francisco Martínez Ortiz

domingo, 27 de junio de 2021

Reconocer no es conformarse. Parte XXVII

 El pastor y el lobo.

 Un joven jaranero, jodedor como suele decirse pastoreaba un lote de ovejas y con frecuencia se divertía y reía al gritar: El lobo! El lobo! Va a atacar a las ovejas. Próximo al área del pastoreo en unos cultivos atendidos por nobles labradores apurados acudían a prestar auxilio, tirado sobre la hierba reía y reía burlándose de los nobles trabajadores. Así un día y otro día siempre la misma situación y no se cansaba de practicarlo. En una ocasión vino un lobo dispuesto a hacer presa en las ovejas. El pastor esta vez con todas sus fuerzas gritaba y gritaba pidiendo ayuda. Los hombres engañados una y otra vez mostraron no escuchar los gritos y no hicieron caso al llamado de auxilio, el lobo se abalanzó sobre las mansas ovejas y les hacía correr y berrear y burlarse del pastor. La situación creada sirvió de ejemplo al joven. De ahí la moraleja que el que se divierte y ríe engañando a los demás le sucede como al que promete y no cumple, cuando ofrece de verdad nadie le cree. Entonces es posible y necesario no engañar a los trabajadores, a quienes pueden ayudar, a los que acuden al llamado porque puede ocurrir lo que al joven pastor. Como siempre, si no coincide no está equivocado.

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