Punto de Vista. El tema de hoy. El tiempo, el implacable, el que pasó...
De Pablo Milanés, hay una canción que dice, ‘’ El tiempo, el implacable, el que pasó, siempre una huella triste nos dejó’’.La vida es una sucesión de experiencias, de contactos con otras personas una interpretación constante de lo que acontece, de lo que acontece en nuestro alrededor, así vamos pasando entre momentos alegres, algunos chocantes, otros no tan buenos, todos nos enseñan en la medida en que sepamos crecer y aprender de cada circunstancias.
En una ocasión leí unos versos de un poeta que escribió.’’ Hay poesía en todo, mas la cuestión es dar con ella’’. Así pasar por la existencia de cada cual, es una demostración de las mas variadas formas de interpretar el asunto.
No creo que haya relación de una sola parte, en el horizonte humano siempre está la persona que uno merece, la que se haya ganado, la que se haya cultivado. Claro que esa persona no aparece fácilmente, o puede suceder que puede encontrase equivocadamente.
Puede pasar que el encaprichamiento lleve a alguien a inventar estrategias que no funcionan. Digamos se trata de un tipo de esos que escuchar decir ‘’miau’’ pensaba en gatos, y cuando le pasaba por delante una muchacha no podía conener la frase,’’ vaya sabrosura’’ y la táctica le funcionaba, tanto que el método le proporcionó encontrar una bella muchacha.
Se hicieron novios, ella lo llevó a la casa la primera vez, y la segunda, a la tercera los futuros suegros con una sonrisa en los labios, le confesaron en medio de una reunión familiar, ‘’ nunca habíamos conocido un muchacho tan formal como tú ‘’. Con nosotros lo tendrás todo. Serás el hijo que no tuvimos.
Se puso pálido, le dieron sudores, hasta falta de aire, la causa, recordaba con claridad la sentencia hecha alguna vez por un amigo con más experiencia en esas lides, ‘’ Cuando la novia te quiere, los suegros no, y si los suegros te quieren, olvídate de ella.’’
No era para menos, su ideal de triunfador le hacía pensar que sería una excepción. Estaba decidido el asunto sería un cambio de estrategia y todo sería diferente.
Al día siguiente comenzó el asedio, no le perdía ni pies, ni pisadas, como se dice, cuando salía la preocupación era tener un teléfono parea llamar, la controlaba como fuera posible, ya no decía la célebre frase al pasar otras jóvenes. La mantenía agarrada todo el tiempo, le demostraba su amor en cualquier lugar, la tenía como una serpiente entre sus anillos. La acompañaba a todas las actividades, a la peluquería, a la escuela, en fin, control total para demostrar su inmenso amor. Los suegros felices.
Una tarde llegó en su busca, la muchacha acosada había permutado a la capital, a la casa de una tía, para continuar estudios. El último en enterarse había sido él.
No demostró estar molesto, sonrió, levantó los hombros triunfador al fin. Aquello no pasaba de ser un simple cambio de táctica.