Lecturas para el alma, la meditación y la risa

Lecturas para el alma, la meditación y la risa
Por: José Francisco Martínez Ortiz

lunes, 4 de octubre de 2021

En busca de hijos varones y jimaguas.

 Punto de vista. Reconocer no es conformarse. El cuento de hoy. De la serie Cuentos variados.

 Por allá por los años 50 del pasado siglo, un señor tenía 5 hijas hembras y un pedazo de tierra para cultivar, necesitaba al menos un varón para cuando no pudiera trabajar la tierra. La mujer ya estaba negada a continuar pariendo. Un amigo le dice: mira yo conozco un isleño que de dos partos la mujer le parió cuatro varones y además en el sitio tenía una vaca que tenía dos terneros machos de una vez.

 —Tienes que decirme dónde es que vive ese semental, —le pide la dirección al hombre y a su busca. Pregunta por la sitiería, dónde es que vive el isleño que hace parir macho. Así busca y busca y le dicen, ese hombre tiene un sitio por el Purial o el Troncón. Hasta allá se fue, encuentra al hombre en la vega, con los brazos cargados con la hoja llenando un cuje. —Oiga amigo, cómo lo he buscado. —usted es el dueño de la vaca que parió jimagua y machos.—, pues que si compay, y además esos cuatro troncos de pichones de isleño, me los parió Anselma de dos veces. —por eso lo busco...—yo tengo 5 chicas de cinco partos y la vieja está negada a buscar un macho que necesito. Y que usted quiere. ? Le hago un negocio. Yo me quedo con su mujer una noche, y usted se va pa’ mi casa una semana y me preña la mía y resolvemos los dos. —El isleño deposita en el cuje, las recién cortadas hojas, se acerca al visitante: —Compadre, he visto gente depravada, pero más que usted hay que parirlo...!



Oye Beltrán, en la emisora local están convocando a un concurso “buscando el decimista y repentista de la noche”. — Allá voy, a inscribirme.—. Llegó la hora de la competencia, el hombre comienza a decir prosas jocosas, el ganador se elige por aplausos. Después los demás competidores, buenos todos, repentistas de calidad. Al fin Beltrán resulta ganador. Al día siguiente en sus trajines, llega a una casa en el campo. El dueño de lo conocía, la mujer no. —Señora, usted oye el programa de los poetas?. — los oía hasta ayer, que un loco, dijo una pila de boberías, y el muy descarao ganó. El hombre ríe a carcajadas. —mujer, que honor para nosotros aquí tenemos al ganador del concurso de ayer...Apenada la mujer se dirigió a la cocina y no salió a conocer al visitante...!

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