Lecturas para el alma, la meditación y la risa

Lecturas para el alma, la meditación y la risa
Por: José Francisco Martínez Ortiz

miércoles, 7 de julio de 2021

Reconocer no es conformarse. Parte XXVIII Influyente invita a banquete a personalidades.

 Punto de Vista. 

Invitados ilustres personalidades y amigos a un banquete, pide a su chef de cocina un excelente cocinero que prepare a su criterio lo más selecto de su experiencia gastronómica y el mejor manjar como plato principal. Le encargó que fuera delicado en la preparación de la cena. Llegada la hora, el brindis previo todo excelentemente acondicionado y llegó la comida.

Se sirvió a los invitados un plato de lenguas diferentes con variedades de salsa. El primer servido tuvo mucho éxito, el segundo plato, de lenguas también dio lugar a agudos chistes entre los comensales y bromas de diferentes contenidos. Luego el tercer y cuarto plato igualmente de lenguas. El ilustre señor se molestó con lo que había considerado una broma de mal gusto. Reprimió al cocinero, el que respondió;...Señor usted me encargó que preparara el mejor manjar, no he conocido nada mejor que las lenguas. -las lenguas son el órgano escogido para los discursos y elogios; con ellas se aprenden los idiomas, la moral, la filosofía, la religión, los más espléndidos poemas de ilustres poetas, por ellas se comprueba el comercio, se firman contratos, se hacen las conquistas de amor y por ellas se saben las cosas del barrio y del mundo. Le pregunto señor...Hay cosas mejor que las lenguas? Los presentes aplaudieron la defensa y las razones del cocinero. No así el ilustre hombre con tan excelentes invitados.

— Bien. Mañana invitaré a todos a comer de nuevo. Si hoy serviste lo mejor que podía ofrecer a distinguidos invitados te ordeno que mañana nos sirvas lo peor. Al día siguiente llegada la cena el aplaudido cocinero preparó otra comida de lenguas también. Amigo lector usted puede saber porqué la lengua es lo mejor y lo peor. Le recuerdo algunas expresiones usadas a menudo:

— Pasarse de lengua.

— Tener la lengua larga.

 — Irse de lengua

— Tirar de la lengua. Piense en otras frases que usted recuerde. Reconocer no es conformarse, cuídense de la lengua. Como siempre le digo: si no coincide con el Punto de Vista no es estar equivocado.

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